Más de 700 personas, reunidas en el Palacio de Congresos de Málaga, disfrutaron de “un día con Isidoro” en un evento organizado por la Fundación, con motivo del 80 aniversario del fallecimiento del ingeniero Isidoro Zorzano, quien desarrolló la mayor parte de su vida profesional en la capital de la Costa del Sol.
La iniciativa surgió de un grupo de malagueños que deseaban recordar la profunda huella dejada en su ciudad por el ingeniero y difundir sus valores humanos y espirituales. Para ello contaron con el escritor Enrique Muñiz, autor de la última biografía publicada de Isidoro Zorzano, y con D. José Carlos Martín de la Hoz, postulador diocesano de su causa de beatificación.
En su intervención, Muñiz lo describió como uno de los “santos de la puerta de al lado” y destacó su constancia, su profesionalidad y su servicio: “Si queréis, buscad otro intercesor, pero me parece que es difícil de superar”, comentó destacando la ejemplaridad de Zorzano en lo ordinario.
Por su parte, D. José Carlos Martín de la Hoz también animó a cultivar la amistad con el ingeniero y a pedirle por todas las necesidades: “Isidoro, vete al Señor y dile de nuestra parte. Porque eso es lo bonito de los santos… La comunión de los santos se resume en eso: un amigo en el Cielo al que puedo acudir y él va a Jesús y se encarga de insistir”.
Durante la jornada, los participantes pudieron visitar una exposición sobre la vida de Isidoro Zorzano, que se detiene con especial atención en sus años malagueños y aborda aspectos de su personalidad como el amor al trabajo, la amistad, la fidelidad a la Iglesia o la sensibilidad social, entre otros temas.
Uno de los asistentes relató cómo su abuelo tuvo la suerte de tener como jefe a Isidoro, y la admiración con que hablaba de su amabilidad y preocupación por cada uno de sus trabajadores. También el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que asistió al evento, se refirió a la amistad que unió a sus padres con Zorzano y explicó que precisamente uno de sus hermanos fue bautizado con el nombre de Isidoro en recuerdo de él.
En resumen, una jornada en la que aprender a trabajar bien, a interesarse por los demás, a participar en variadas iniciativas sociales, siempre con el deseo de servir, de la mano y el ejemplo de un «currante» rebosante de humanidad, como demuestra la huella dejada, que se agranda con los años.
Mapa Isidoro Zorzano en Málaga
Fotografías: Lorenzo Carnero