Skip to main content

Miguel Javier Dean Guelbenzu, navarro de nacimiento y “granadino por decisión”, es autor bien conocido por sus novelas históricas granadinas “La noche de las tres sultanas” y “La Granada desgranada” publicadas por Baker St. Ediciones. Ha sido el protagonista de nuestro última tertulia literaria, “Encuentros con el autor”, que vienen organizando María José Bonal, Virginia González, Reyes Ruiz y Juan Rodríguez, en la librería Dauro del Zacatín.

El encuentro estuvo moderado por Juan Rodríguez y Antonio Callejón Peláez, autor entre otras
novelas históricas, de “El último amor del Gran Capitán”, presentado anteriormente en uno de nuestros «encuentros», y patrocinado por la Fundación Cultura y Sociedad.

Miguel Javier Dean, después de tres años de documentación (que se refleja también en anexos de información histórica y de curiosidades) se introduce como un personaje más y como narrador, en estas dos novelas.

Cartel del encuentro

De excursión solitaria por el castillo de Mondújar –del que ya nos conocemos bien sus ruinas-, se encuentra misteriosamente en su primera novela con una granadina del siglo XV –“la abuela que a todos nos hubiera gustado tener” comenta Miguel Javier, y se va haciendo muy amigo, y mutuamente “se cuentan lo que cada uno sabe” (porque lo han vivido o porque lo han leído u oído). Charlan de las tres últimas sultanas nazaríes, Aixa, Zoraya y Moraima, de sus dos maridos, Muley-Hacén y Boabdil, de los personajes del bando cristiano, Fernando el Católico y Gonzalo Fernández de Córdoba. Se trata de una novela acerca de la historia de la Guerra de Granada a partir de estos personajes, desde la toma de Zahara de la Sierra por Muley-Hacén en la noche nevada de 25 de diciembre de 1481, hasta la entrega de las llaves de la Alhambra a los Reyes Católicos por Boabdil. Arlaha conoce bien a los personajes, pues es la dama de compañía y madre de hecho, de esa niña –Isabel Solís– raptada y esclavizada, de la que se enamora el valiente y también cruel, Muley-Hacén, que repudiará a Aixa y convertirá a Isabel-Zoraya en sultana.

Ruinas del castillo de Mondújar

En la segunda de sus novelas se interesa por lo ocurrido inmediatamente tras la guerra. Fascinante el capítulo dedicado a la visita de La Alhambra conquistada, sus obras de reconstrucción, su calle Real (desde la Puerta del Vino al convento de San Francisco), morada de la élite nazarí. Se muestra el empeño de Isabel la Católica en reconstruir una Alhambra prácticamente en ruinas, con la intención de hacerla habitable y de Fernando en prepararla como fortaleza que pudiera resistir batallas de la nueva artillería.

Se deja muy bien en la novela a Fray Hernando de Talavera, fraile jerónimo, primer arzobispo de Granada, llamado incluso “el santo alfaquí” por los musulmanes, que se esforzó en tratar con dignidad a los conquistados. No tan bien al conde de Tendilla, Don Íñigo López de Mendoza, primer alcaide de Granada y Capitán General del Reino, ni al Cardenal Cisneros, que al menos en esta ocasión parece haberse equivocado. Sus hechos y su carácter son bien descritos aprovechando las conversaciones del narrador con Abu Mesa, ficticio sabio alquimista y sanador, maestro de Arlaha, que gracias a su laboratorio del castillo de Mondújar y a sus talismanes había hecho posibles los viajes al vacío de los sueños.

Juan Rodríguez, Antonio Callejón y Miguel Javier Dean

La amenidad de Miguel Javier, de sus relatos y las preguntas de los asistentes alargaron la velada, y concluimos deseándole éxito para su tercera novela ya muy avanzada.